El euskera es una lengua de reducida extensión situada en el extremo occidental de la cadena pirenaica, tanto en su vertiente francesa (Norte) como en la española (Sur), con un total de unos 850.000 hablantes, a lo que hay que añadir otras 515. 000 que lo entienden pero lo hablan con dificultad (bilingües pasivos). Se trata, pues, de una cifra muy modesta, desarticulada, además, entre varias jurisdicciones. El número de los vascoparlantes, o euskaldunes, dispersos fuera del territorio originario, principalmente por el Estado español, francés o América se suele calcular en otros 100.000 aproximadamente.
Hay tierras de habla vasca en cuatro provincias del sur, que citamos con sus capitales: Álava (Vitoria), Guipúzcoa (San Sebastián), Navarra (Pamplona) y Vizcaya (Bilbao); y en tres del norte: Lapurdi (Bayona), Baja Navarra (San Juan Pie de Puerto) y Zuberoa (Mauleón).
La zona del euskera, zona euskaldun o vascoparlante, no cubre la totalidad de los citados siete territorios. Se extiende hoy en una extensión estimada de unos 60 kilómetros de norte a sur, entre —pongamos— Bayona y Pamplona, y de unos 170 kilómetros, de este a oeste, que sería la distancia entre Bilbao y Mauleón. De modo resumido cabe decir, pues, que el euskera se habla actualmente en el cuadrilátero comprendido entre las ciudades de Bayona, Bilbao, Pamplona y Mauleón. Esa es, más o menos, la zona vascoparlante. También hay que señalar que el euskera ha perdido territorio a todo lo largo de su historia, es decir, de su historia conocida. Tal vez en algunos momentos ha ganado algunos territorios determinados, pero incluso en esos momentos estaba perdiendo territorio por otras partes.
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