Un hombre pobre se encontró en su camino a un antiguo amigo. Este tenía un poder sobrenatural que le permitía hacer milagros. Como el hombre pobre se quejara de las dificultades de su vida, su amigo tocó con el dedo un ladrillo que de inmediato se convirtió en oro. Se lo ofreció al pobre, pero éste se lamentó de que eso era muy poco. El amigo tocó un león de piedra que se convirtió en un león de oro macizo y lo agregó al ladrillo de oro. El amigo insistió en que ambos regalos eran poca cosa.
-¿Qué más deseas, pues? -le preguntó sorprendido el hacedor de prodigios.
-¡Quisiera tu dedo! -contestó el otro.
Feng Meng-Lung
Mateo Solís says
Lo que eligió el amigo fue la mejor elección, ya que con el dedo lo tendría todo. Un saludooo
yhajaira says
La narración nos cuenta que el hombre pobre no se satisface con lo que su amigo le ofrece, él quiere más. Su amigo se sorprende al ver que el mendigo no está contento con el oro ofrecido. En mi opinión es una respuesta muy inteligente ya que teniendo el dedo no volvería a ser pobre; en cambio, si se hubiera quedado con lo que su amigo le había ofrecido se lo hubiera gastado.
Paloma says
En un primer momento me ha parecido que el protagonista es una persona avariciosa, porque cada vez quiere más oro y al final quiere el poder de convertir todas las cosas en oro. Pero si cambiáramos el oro por ejemplo por pescado, resulta que el hombre pobre no quiere que le den comida para unos días, sino que lo que quiere es aprender a conseguirla para no volver a pasar hambre.
Mikel Fernandes Lopez says
Yo creo que el protagonista es demasiado avaricioso porque cada vez quiere mas oro y luego le pide el dedo al hombre. Creo que si en vez de convertir las cosas en oro las convirtiera en otra cosa cualquiera pero que no fuera valiosa como el oro seguro que no le interesaría ese dedo.
marie therese says
Yo entiendo solo más o menos este cuento porque el hombre pobre le pide a su amigo, el que concede o hace milagros, el dedo. Pero una vez que el dedo estuviese fuera del hombre que concede milagros, ¿esto no haría que perdiese su efecto? ¿De qué le serviría un dedo si no concede los milagros que él quiere? Me imagino que de nada.
Valeria Portilla Marín says
En el texto podemos ver que su amigo pobre no se satisfacía con nada, su amigo le convertía cosas en oro pero a él le parecía poca cosa dado que al parecer él sabia que con el dedo de su amigo podía convertir lo que quisiera en oro. Yo veo que cada vez el sentimiento de poder satisfacer sus necesidades y sus deseos iba a más y a más, cada vez ese deseo crecía más. ¿Y si le daba el dedo?… ¿quÉ pasaría después de que lo tuviese?
Verónica Stempovska says
En el texto podemos ver que el protagonista es bastante avaricioso, y que no se quedaba satisfecho con nada. Su amigo le convertía y ofrecía varias de cosas en oro pero a él le parecía poca cosa, ya que al parecer el protagonista sabía que con el dedo podía convertir cualquier cosa en oro. Creo que si en vez de poder convertir las cosas en oro, las convirtiera en algún otro material, sin ningún tipo de valor seguramente no le interesaría ese dedo, que tanto desea tener. ¿Pero y si le hubiera dado el dedo, habría seguido funcionando? ¿O solo funcionaba con su amigo?