Entre los desafíos a los que debe enfrentarse París en un futuro inmediato se encuentra el combate contra la contaminación ambiental. La joven y emprendedora parisiense Katariana Dear, de 36 años, especialista en el uso de plantas para purificar agua y aire, ha desarrollado un proyecto que consiste en la instalación de pequeñas embarcaciones, o plataformas «descontaminantes»: una pequeña balsa, primera plataforma de material reciclado, recubierta por fibra de coco, sobre la que se revela la tierra plantada. Una ligera brisa ayuda a distinguir el olor de la menta. Las plantas son visibles y sus raíces, que sirven de filtro, están sumergidas. Las bacterias, naturalmente presentes alrededor de estas raíces, van a absorber y atacar cualquier elemento contaminante, como los metales pesados. Katarina lucha contra el cambio climático Su proyecto ganó en un concurso al que se presentaron otros 2.500 y viene apoyado por la alcaldía, siempre sensible a los problemas del medio ambiente. Que las embarcaciones de Katarina Dear hayan seducido a políticos y a habitantes sin duda habrá reconfortado a alguien cuya sensibilidad por la protección del planeta le viene desde niña. Ella quedó fascinada de muy joven con las expediciones del comandante Cousteau, pionero de la ciencia aplicada a la conservación del medio ambiente, entrañable explorador siempre consciente de que “la gente protege aquello que ama. Pero solo ama aquello que conoce”.
El País, 7 de abril de 2019 (adaptado)
Noemí Durán says
Este texto me ha gustado porque significa que en este mundo aun hay personas que se preocupan por él. El caso de Katarina Dear me ha sorprendido gratamente y, de hecho, si todos ponemos algo de nuestra parte podríamos lograr salvar el planeta. Tal vez creamos que solo somos una persona, que nosotros solos no podemos conseguir nada, etc.; sin embargo, son esos detalles los que logran que todo cambie. Por supuesto, el caso planteado no es uno cualquiera y me parece una idea brillante; el hecho de que la apoyen me alegra. Eso sí, antes de nada habría que concienciar a todos de que esto es una realidad, dado que muchos lo dicen sin pensar en que de verdad puede alterar la vida de nuestros descendientes. Una buena forma sería, por ejemplo, como lo ha hecho hace poco un cantante de fama mundial, publicar una canción con el propósito de ayudar a que todos pongan algo de su parte.