… y te diré de dónde eres. Cuando los angloparlantes dicen que se sienten azules, es porque están tristes. Mientras, los latinos hacemos lo posible por ver la vida color de rosa, siempre y cuando no estemos verdes de envidia, claro… Es común asociar emociones a los colores, o viceversa, aunque no son las mismas en todas las culturas. Si eres chino, es muy probable que el blanco sea para ti sinónimo de mal agüero -quizás porque es el color del luto en ese país-. Si eres alemán, el marrón te parecerá de lo más desagradable y asqueroso y, si eres griego, es fácil que te caiga mal el amarillo… Tanto que, con un programa algorítmico de inteligencia artificial, es posible predecir con un 80% de fiabilidad el lugar de origen de una persona en función de su reacción emocional a los colores, tal y como acaba de demostrar un experimento recogido en la revista Royal Society Open Science.
(Sin fuente conocida)