En 2012 se realizó un experimento sobre la influencia de la música en la descripción del sabor de un caramelo agridulce. Usaron piezas musicales dulces (vinculadas a tonos altos) y amargas (tonos bajos). A los participantes que evaluaron el caramelo mientras escucharon la pieza de música ‘dulce’ les pareció el caramelo entre un 5% y un 10% más intenso que a los otros. Al parecer, si se oye, por ejemplo, una música dulce, esa cualidad (el dulzor o la dulzura) se ‘traslada’ de alguna manera al alimento. Y viceversa. Es decir, sonido y sabor se subliman mutuamente en muchas ocasiones.
Diario de Navarra 17 de agosto de 2021
Lorena Milanova Sinapova says
Esta información me parece sugerente. Las personas a las que nos gusta la música sabemos perfectamente que puede hacer cambiar tu humor o, a veces, incluso, tu punto de vista; depende del contexto. Debo admitir que me ha sorprendido ya que no sabía hasta qué punto se subliman mutuamente el sonido y el sabor. Además, opino que es muy interesante cómo nos hace ver que cosas de las que no nos damos cuenta y que podemos considerar insignificantes influyen mucho en cómo vemos lo que nos rodea o en las decisiones que tomamos. Un artículo que leí hace tiempo, si no recuerdo mal, decía que cuando tienes una reunión para cerrar algún acuerdo, resulta mucho más eficiente si dedicas cinco minutos antes a tomar un café caliente con la gente con la que vayas a negociar. Al sostener algo caliente, esa persona tiende a ser más amable y flexible. Sin embargo, si cambias ese café caliente por helado será peor.
Gabriel Morató says
Este texto nos da una noticia, y no cualquier noticia, no, sino un informe sobre unos experimentos del 2012 sobre el efecto de las música en el sabor de un caramelo.
De si esto es verdad, no podría estar seguro, después de todo no soy poseedor de dicha información, más cuando es solo una breve noticia. Generalmente, dichos informes dicen la verdad. Para este informe esto significaría que realmente aquello a lo que escuchas puede ciertamente cambiar tu experiencia al alimentarte, algo ciertamente interesante y de hecho un tanto “similar” a la situación con los olores. Pero cabe destacar que existe la posibilidad de que ya bien por el efecto placebo, la casualidad o simplemente mala elección de participantes, el resultado del experimento haya variado de la verdad. Yo personalmente he elegido solo recordar este texto sin darle la razón ni quitándosela.
Nor Boulgriet says
La primera vez que leí esto, por supuesto me sorprendió bastante; dos cosas totalmente diferentes sin ninguna visible relación pueden acabar siendo ligeramente dependientes de la otra. Imposible. Pero, después, lo pensé con más detenimiento y empezó a tener más sentido. Nosotros, los seres humanos, estamos muy influidos por los pensamientos, esto significa que el cuerpo está muy relacionado por cómo nos sentimos psicológicamente, por ejemplo: el estrés es mental, pero puede llegar a afectar nuestra salud física de maneras muy graves. Teniendo esto en cuenta, la música puede manipular el cómo nos sentimos, así que una música ‘dulce’ en este caso, nos puede hacer pensar que el caramelo es más dulce y por lo tanto lo sentimos así.