Traedme el caballo más veloz, pidió el hombre honrado. Acabo de decirle la verdad al rey,
Marco Denevi
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Traedme el caballo más veloz, pidió el hombre honrado. Acabo de decirle la verdad al rey,
Marco Denevi
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Teme al hombre de un solo libro.
Tomás de Aquino
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Betsy Flanagan trabajaba de camarera en un modesto bar de Westchester County, en el estado norteamericano de Nueva York, durante la guerra de la Independencia norteamericana. En su trabajo, tenía la costumbre de remover las bebidas que preparaba con una cola de gallo. Cierto día, un soldado francés que formaba parte de un grupo de clientes, al probar el combinado que le acababa de preparar Betsy, gritó mezclando inglés y francés: » Vive le cock’s tail» (es decir: «¡Viva la cola de gallo!»), frase que tuvo fortuna y rápidamente se hizo popular entre los soldados combatientes en aquella guerra para designar genéricamente a partir de entonces a todos los combinados alcohólicos o cócteles.
Gregorio Doval, El libro de los hechos insólitos
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El metal más pesado es un metal poco común llamado osmio. Es casi 23 veces más pesado que el agua y dos veces más pesado que el plomo. Esto significa que un balón de fútbol hecho de osmio pesaría aproximadamente 120 kg, más del doble que el peso de una persona de tamaño medio.
El gran libro del porqué de las cosas, VV.AA, Servilibro
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Para saber lo que la gente realmente piensa, presta atención a lo que hacen, en lugar de a lo que dicen. |
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Cuesta creer que entre tantos miles de trozos de papiros antiguos no se encontrara ninguno que explicara cómo se hace el papel. En la década de 1960, un científico egipcio se pasó tres años trabajando para redescubrir este proceso. Primero tuvo que recoger los tallos de papiro, cortándolos cerca de su base. Luego arrancó la capa exterior y cortó el núcleo, de un blanco amarillento, en tiras de igual grosos y longitud. Después de empaparlas en agua, entrecruzó las tiras formando dos capas, una en sentido horizontal y otra en sentido vertical. A continuación machacó la hoja para romper las fibras y liberar el pegamento natural que mantiene unida las capas. Finalmente prensó con un piedra la hoja hasta que quedó seca y lisa. ¡Ahí lo tienes: papel de escribir!
G. Richardson/ K. Rosen, 10 plantas que cambiaron el mundo