Natural de Llerena (Badajoz), Catalina Bustamante partió de Sanlúcar hacia América en 1514 con su marido, sus hijos y la familia de su cuñado. Probablemente pertenecía a una familia hidalga y tenía una cultura notable, que incluía conocimientos de griego y latín, por lo que en La Española, su destino en América, trabajó como maestra de las hijas de los conquistadores españoles. Más tarde se trasladó a México y allí continuó su vocación pedagógica hasta convertirse en directora del colegio de niñas indígenas de Texcoco, en la misma capital de Nueva España. Conocemos esta dedicación por la denuncia que Catalina planteó al virrey español contra un grupo de soldados españoles que en 1529 raptaron a la cacica Inesica y a su criada mexica. Desoía por el virrey, trasladó su protesta al emperador Carlos V. La emperatriz Isabel simpatizó con su súplica y ordenó enviar más maestras a Nueva España y que se garantizara la inviolabilidad de los colegios de niñas indígenas. Catalina viajó a España, fue recibida por la emperatriz y volvió a México con un nutrido grupo de maestras.
Historia. National Geographic, abril de 2022
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