Un treinta por ciento de los navarros afirma participar en acciones de voluntariado, pero yo creo que son muchos más, casi el cien por cien de la población. Quien más, quien menos ayuda a los padres, colabora con los hijos, cuida a los nietos, se preocupa por sus hermanos, se ocupa de un cónyuge enfermo, apoya a un amigo que necesita una palabra, sonríe a un desconocido que desea un escucha, devuelve un objeto perdido… y su mano derecha nunca sabe lo que hace su izquierda. Tantos anónimo maravillosos que no salen en los papeles y sin quienes el mundo no sería un lugar habitable.
Daniel Aldaya, Diario de Navarra