Los olores cambian nuestras percepciones. Un estudio de la Universidad de Sussex, en colaboración con las de Londres y la Carlos III de Madrid concluye que el aroma a limón se asocia a la ligereza mientras que la vainilla provoca sensaciones de pesadez.
Nahia Asenjo says
Es texto muy interesante. Garrido, pienso que acierta nombrando esos alimentos, aunque, en mi opinión, diría que hay que tomarlos con mesura, ya que gran parte de ellos contienen grasas y azúcares. También pienso que si comemos chocolate, debiera de ser al menos uno que contuviera el 70% de cacao. No obstante, la felicidad también podemos obtenerla a través de los deportes, pasándonoslo bien con familia y amigos…
Ángel Rodríguez says
Estoy de acuerdo con estos estudios. En la mayoría de los casos, el suave aroma del limón recuerda a la ligereza de una pluma, mientras que el olor de la vainilla crea una sensación de pesadez aunque, no obstante, lo que cada uno percibe depende de su personalidad. En mi opinión, este estudio debería advertir que hay consumir todos los alimentos moderadamente.
Estela Lanchi says
Creo que es verdad que distintos olores pueden hacernos sentir diferentes sensaciones. Algunos olores pueden recordarnos ciertas cosas de nuestras vidas. De hecho, según un estudio, una persona puede recordar de media un 35% de lo huele. También creo que el hecho de que los olores cambien percepciones es beneficioso comercialmente, en concreto en marketing. Por ejemplo, en establecimientos como supermercados o tiendas de ropa. La razón es que los olores pueden subir el ánimo y hacer que tengamos hambre o incluso incitarnos a comprar en una tienda aromatizada.