REINO UNIDO. Una pareja de novios en el Reino Unido contrató a una fotógrafa para su boda, y, tras el enlace, consideró que su trabajo quedó tan «horrible» que decidió volver a organizar su ceremonia nupcial. Lin y Brendan Lavery -de 69 y 71 años, respectivamente- eligieron a la supuesta profesional para una sesión fotográfica que durase dos horas tras observar el portafolio que ofrecía la fotógrafa en su sitio web y en las redes sociales. Además, el precio por sus servicios les pareció muy atractivo: 100 libras por hora (unos 113 euros). La boda tuvo lugar el pasado mes de octubre en una oficina de registro civil de la ciudad de Plymouth, en el sudeste del Reino Unido. Tres semanas después, al recibir las instantáneas de la ceremonia en un USB, los recién casados se llevaron una desagradable sorpresa. «La mayoría de las imágenes estaban desenfocadas. Son diabólicas. No podíamos creer que fueran tan malas», narró Brendan al diario de Plymouth Live. Ahora el matrimonio ha decidido volver a celebrar su enlace.
Diario de Noticias, 29 de enero de 2020