Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
Gabriel Jiménez Emán
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Juliette Chàvezsays
Me llamó mucho la atención este microrrelato porque puede ser que aquel hombre se sintiera invisible porque nadie le hacía caso o nadie sabía ni que existía. Muchas veces la gente se siente tan sola que cree que es invisible para los demás y nosotros ni nos damos cuenta de que se sienten así. Por ejemplo, en un grupo de tres personas, siempre hay dos personas que se llevan mejor y a la otra persona la excluyen. Al final la persona excluida se siente como un incordio en es grupo y las otras no saben que se siente así, hasta que se olvidan de ella. En mi opinión, este microrrelato se refiere a sentirnos solos, como si no le importáramos a nadie. En la sociedad de hoy en día, muchas personas se sienten así por diferentes motivos, (porque no tienen amigos, porque cada vez que intentan relacionarse con alguien los interrumpen o los ignoran…). Cuando esa persona cree que nadie va a estar conella se vuelve invisible para todos.
En algún momento de nuestras vidas, la falta de emociones se nos ha presentado como una realidad. Nos hemos sentido invisibles. En el interior de la persona solo se encuentra un gran vacío que, durante un tiempo impreciso, lo último que hace es llenarse. En el camino para llegar al completo vacío, se pasan varias etapas de tristeza y aislamiento donde solo tú mismo sabrás sobre ello. La multitud del exterior no se percatara de tu dolor. Ellos solo se conforman con lo visible. Cuando tu vacío interno se enfoque en la oscuridad, el exterior se limitará a aparentar un millón de luces brillantes ceáandote y no dejándote ver la verdad.
Me parece curioso este microrrelato porque tras unas simples palabras en una oración que parecen nada, se esconde mucho más detrás. Puedes enfocarlo desde una perspectiva ficticia, que es simple: una historia de una persona invisible a la que nadie veía y que, lógica y consecuentemente, no notaron que estaba ahí o que existía. O, por otra parte, e puede pensar desde una perspectiva metafórica, como puede ser: «Haz que te noten». Me gusta pensar que detrás de estas palabras hay mucho en qué reflexionar. Está diciendo que si eres invisible (si no haces nada), no van a notar que estás ahí (la sociedad no te va a conocer o recordar). Este relato me impulsa a aspirar a algo más grande en mi vida. Te hace ver la vida de otra manera. No hagas nada especial, y así nadie te reconocerá, mejor aspira a mucho mas porque así la personas te reconocerán siempre. Esta es una simple parte de todo lo que esconde este microrrelato, tan pequeño pero tan curioso.
Al autor le resultará gracioso, pero ni a mí ni a medio mundo (menos los borrachos) nos hace gracia. Ya, puede que no lo haya hecho con la intención de hacer reír a la gente, pero a mí me da a ver eso. Es como decir: «¿Sabes qué le han regalado a un niño sin manos?; No sé, aún no lo ha abierto». Pues esto es algo por el estilo. Al parecer, un profesor de Filosofía le incitó a volverse filósofo y decir cosas como esta o incluso decir tonterías como: «¿Sabías que el agua moja pero el fuego quema?». El que quiera se ríe y el que no pues no. Los que no se han reído estarán pensando que el autor se habría tomado alguna seta alucinógena y luego se puso a escribir.
Desde mi punto de vista, este microrrelato tiene un amplio trasfondo. Probablemente, en este momento mucha gente se esté preguntando: «¿Cómo quiere aquel hombre que se den cuenta de su existencia cuando es invisible?». Al principio, yo pensé lo mismo hasta que me di cuenta de un detalle: pese a que ese hombre fuera invisible habría indicios de su presencia. Por ejemplo, si dicho hombre sale a pasear después de una gran nevada, aunque no se le pueda ver, sí se verían las huellas de sus zapatos en el suelo. Por lo tanto, lo que yo creo que quiere manifestar esta pequeña historia es que, en infinidad de veces, estamos tan ensimismados en nosotros mismos y en nuestros propios problemas que nos olvidamos por completo del mundo que nos rodea. Y que, en muchas ocasiones, con tan solo observar nuestro alrededor nos podemos percatar de muchos aspectos que si no prestáramos atención no podríamos apreciar.
Este relato ha llamado mi atención porque creo que tiene un mensaje y/o enseñanza para darnos: nos tenemos que fijar en los detalles más pequeños de la vida diaria porque normalmente siempre nos perdemos cosas mínimas que, sin embargo, posiblemente nos puedan sorprender o alegrar el día. Por ejemplo, cuando vamos a coger la villavesa normalmente utilizamos el móvil, ya sea para jugar a algún juego o mirar tus redes sociales mientras llega el bus pero, si utilizáramos ese tiempo para ver otros detalles, por ínfimos que fueran, como un pájaro cantando o saludar a la persona que tienes al lado, probablemente pudiéramos ser más felices. Por eso me ha llamado la atención y me ha gustado el trasfondo y el mensaje que tiene.
Juliette Chàvez says
Me llamó mucho la atención este microrrelato porque puede ser que aquel hombre se sintiera invisible porque nadie le hacía caso o nadie sabía ni que existía. Muchas veces la gente se siente tan sola que cree que es invisible para los demás y nosotros ni nos damos cuenta de que se sienten así. Por ejemplo, en un grupo de tres personas, siempre hay dos personas que se llevan mejor y a la otra persona la excluyen. Al final la persona excluida se siente como un incordio en es grupo y las otras no saben que se siente así, hasta que se olvidan de ella. En mi opinión, este microrrelato se refiere a sentirnos solos, como si no le importáramos a nadie. En la sociedad de hoy en día, muchas personas se sienten así por diferentes motivos, (porque no tienen amigos, porque cada vez que intentan relacionarse con alguien los interrumpen o los ignoran…). Cuando esa persona cree que nadie va a estar conella se vuelve invisible para todos.
Gloria Cosciug says
En algún momento de nuestras vidas, la falta de emociones se nos ha presentado como una realidad. Nos hemos sentido invisibles. En el interior de la persona solo se encuentra un gran vacío que, durante un tiempo impreciso, lo último que hace es llenarse. En el camino para llegar al completo vacío, se pasan varias etapas de tristeza y aislamiento donde solo tú mismo sabrás sobre ello. La multitud del exterior no se percatara de tu dolor. Ellos solo se conforman con lo visible. Cuando tu vacío interno se enfoque en la oscuridad, el exterior se limitará a aparentar un millón de luces brillantes ceáandote y no dejándote ver la verdad.
Naroa Puncel says
Me parece curioso este microrrelato porque tras unas simples palabras en una oración que parecen nada, se esconde mucho más detrás. Puedes enfocarlo desde una perspectiva ficticia, que es simple: una historia de una persona invisible a la que nadie veía y que, lógica y consecuentemente, no notaron que estaba ahí o que existía. O, por otra parte, e puede pensar desde una perspectiva metafórica, como puede ser: «Haz que te noten». Me gusta pensar que detrás de estas palabras hay mucho en qué reflexionar. Está diciendo que si eres invisible (si no haces nada), no van a notar que estás ahí (la sociedad no te va a conocer o recordar). Este relato me impulsa a aspirar a algo más grande en mi vida. Te hace ver la vida de otra manera. No hagas nada especial, y así nadie te reconocerá, mejor aspira a mucho mas porque así la personas te reconocerán siempre. Esta es una simple parte de todo lo que esconde este microrrelato, tan pequeño pero tan curioso.
vittorio says
Al autor le resultará gracioso, pero ni a mí ni a medio mundo (menos los borrachos) nos hace gracia. Ya, puede que no lo haya hecho con la intención de hacer reír a la gente, pero a mí me da a ver eso. Es como decir: «¿Sabes qué le han regalado a un niño sin manos?; No sé, aún no lo ha abierto». Pues esto es algo por el estilo. Al parecer, un profesor de Filosofía le incitó a volverse filósofo y decir cosas como esta o incluso decir tonterías como: «¿Sabías que el agua moja pero el fuego quema?». El que quiera se ríe y el que no pues no. Los que no se han reído estarán pensando que el autor se habría tomado alguna seta alucinógena y luego se puso a escribir.
Mireya Villaverde says
Desde mi punto de vista, este microrrelato tiene un amplio trasfondo. Probablemente, en este momento mucha gente se esté preguntando: «¿Cómo quiere aquel hombre que se den cuenta de su existencia cuando es invisible?». Al principio, yo pensé lo mismo hasta que me di cuenta de un detalle: pese a que ese hombre fuera invisible habría indicios de su presencia. Por ejemplo, si dicho hombre sale a pasear después de una gran nevada, aunque no se le pueda ver, sí se verían las huellas de sus zapatos en el suelo. Por lo tanto, lo que yo creo que quiere manifestar esta pequeña historia es que, en infinidad de veces, estamos tan ensimismados en nosotros mismos y en nuestros propios problemas que nos olvidamos por completo del mundo que nos rodea. Y que, en muchas ocasiones, con tan solo observar nuestro alrededor nos podemos percatar de muchos aspectos que si no prestáramos atención no podríamos apreciar.
Manuela Delgado Acosta says
Este relato ha llamado mi atención porque creo que tiene un mensaje y/o enseñanza para darnos: nos tenemos que fijar en los detalles más pequeños de la vida diaria porque normalmente siempre nos perdemos cosas mínimas que, sin embargo, posiblemente nos puedan sorprender o alegrar el día. Por ejemplo, cuando vamos a coger la villavesa normalmente utilizamos el móvil, ya sea para jugar a algún juego o mirar tus redes sociales mientras llega el bus pero, si utilizáramos ese tiempo para ver otros detalles, por ínfimos que fueran, como un pájaro cantando o saludar a la persona que tienes al lado, probablemente pudiéramos ser más felices. Por eso me ha llamado la atención y me ha gustado el trasfondo y el mensaje que tiene.