Es cierto que muchas personas abandonan en los contenedores de basura muebles u otros objetos de decoración que pueden aprovecharse sin problema. Los defensores de este tipo de reciclaje han dado paso en ciudades como Barcelona al fenómeno conocido como «stooping» (encorvarse), que consiste no solo en dar con verdaderos tesoros en la calle, sino también en compartirlos en Instagram para que otros usuarios puedan tener acceso a ellos.
Pronto, 18 de octubre de 2021.
Tissale Boudjema Stiti says
Este texto me ha parecido muy interesante, ya que nunca me había parado a pensar en la cantidad de muebles, decoración, sofás, etc. que las personas abandonan en los contenedores de basura cuando todavía están en buen estado, y se podrían aprovechar más. Algo bueno es que en Barcelona y en otras ciudades hay gente que en vez de abandonarlos los vende a través de las redes sociales, como por ejemplo: Instagram, Facebook, Wallapop, etc. Este método de venta de muebles por redes sociales me parece muy buena idea, aunque hay que tener en cuenta que no todas las redes sociales son seguras, con esto me refiero a que podrían ser redes sociales que no son de un uso común y podrían haber malentendidos entre el vendedor y el cliente. Teniendo en cuenta que puede haber problemas, comprando tanto por redes, como en tiendas físicas, sería buena idea que antes de adquirir un producto pensáramos si de verdad le vamos a dar un buen uso, si lo vamos a aprovechar al máximo y si no vamos a desperdiciarlo.
Ander Pascucci Pio says
En mi opinión, es una muy buena idea porque puede ayudar a gente con pocos recursos que no tienen dinero suficiente para comprar muebles. También ayuda en que en las plantas donde se procesa la basura sea más fácil hacer el reciclaje y no tengan que desmontar, por ejemplo, el sofá. Al compartirlo por Instagram están consiguiendo que cada vez más gente se concience y empiecen a llamar a empresas que se dedican a la recogida de muebles antiguos como los Traperos de Emaús.
Nicolás García Flecha says
La idea que presenta este texto me parece innovadora; no en lo que hace, sino que en cómo lo hace al compartir este proyecto a través de medios de comunicación como Instagram. Sin embargo, a la vez que me parece interesante, no es muy higiénico, porque los muebles como un sofá se pueden llenar de microbios, pulgas o ensuciar. En conclusión, creo que la intención es buena, pero yo cambiaría un poco el modus operandi.