“La naturaleza nos lo dio, la naturaleza nos lo quitó. Espero que nos traiga otras cosas y sean mejores”, con esta filosofía positiva se expresaba una palmera –una vecina de La Palma– ante el micrófono y la cámara de televisión. Vivimos tan apegados a nuestras posesiones que olvidamos que no son una herencia, sino un préstamo, que diría Gandhi. El sol ya salía a diario antes de calentar nuestro ombligo y continuará brillando cuando nos trague la noche de los tiempos. Mientras termina, no termina o deja de terminar la erupción volcánica, qué bien viene aprender de quien lo ha perdido todo.
Daniel Aldaya, Diario de Navarra, 19 de noviembre de 2021
Andrea Fernández Andrade says
He elegido este texto porque me parece muy inspirador. No me puedo imaginar lo que es para las personas de la Palma vivir lo que están viviendo, pero lo que esta mujer ha dicho es realmente conmovedor, ya que a pesar del dolor y la tristeza que tiene que estar sintiendo mira el lado positivo de las cosas y trata de transmitirlo a la gente y eso me parece realmente admirable. Además de eso, me identifico bastante con la parte que dice «Vivimos tan apegados a nuestras posesiones que olvidamos que no son una herencia, sino un préstamo…» ya que hay veces que tienes algo y no lo aprecias hasta que lo pierdes. Y a pesar de no perder una casa, se puede perder a un ser querido o algo realmente importante y sentir también ese vacío.
Álvaro Jordán says
Hoy en dia vivimos en un mundo muy materialista. Vivimos apegados a los objetos que nos rodean y no valoramos lo que realmente importa. Este texto que nos habla e3 la tragedia del volcán de La Palma, nos enseña que mucha gente, a pesar de haber perdido su casa, ha sabido verle a parte positiva valorar más que nunca su vida y su salud. DeBeriamos tomar ejemplo de esta actitud para desapegarnos de lo material y ser conscientes de la suerte que tenemos de tener una buena salud y gente con quien compartirla.