Con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono en la ciudad, Viena ha puesto en marcha un proyecto piloto que regala entradas para teatros, museos o conciertos a aquellos ciudadanos que más utilicen el transporte público o bien vayan a pie o en bicicleta. Para ello, se ha creado una aplicación que registra los movimientos del usuario y su método de transporte. Cuando esta herramienta calcula que se ha evitado la emisión de 20 kilos de dióxido de carbono en comparación con los mismos traslados realizados en coche, el ciudadano recibe una ficha que puede cambiar por la entrada a alguna de las instituciones que colaboran en el proyecto.
Pronto, 17 de febrero de 2020